Disciplina

La primera característica de un profesional indispensable es tener fuerte disciplina. Esta capacidad para cumplir constantemente con los deberes del puesto, mantener el control y enfocarse en lograr los resultados esperados es una virtud clave para lograr un desempeño que los hará destacar rápidamente en la empresa.

Fortaleza mental

Tener que hacer cosas que no quieres hacer es algo muy común en el trabajo. Y aunque parezca trivial, es una situación que requiere fuerza mental para mantenerse concentrado y completar las tareas con éxito.

Ese hábito afecta positivamente el desempeño laboral, contagia al resto del equipo y es un factor clave para alcanzar objetivos.

Crecimiento personal

Un profesional también se gana el sello de indispensable cuando dedica tiempo a crecer personalmente. Son capaces de entender que el conocimiento es un elemento significativo para proyectar tanto el aspecto personal como el profesional, por lo que estudian y se capacitan, yendo más allá de las exigencias.

Mejora continua

Los profesionales que buscan mejorar constantemente son un capital invaluable. Contar con este tipo de persona promueve un círculo virtuoso donde ese mejoramiento individual también se refleja en lo colectivo, haciendo que la empresa también mejore.

El enfoque en el progreso diario es una característica que todo equipo debe tener, por eso los profesionales que tienen esta característica son muy valorados, aunque no siempre es fácil encontrarlos.

Comparten tus virtudes

No basta con crecer de manera individual. Entender esta mejora como un componente para que el equipo completo también lo haga es una cualidad fundamental de quienes son apuntados como indispensables para una empresa.

Contrario a lo que muchos piensan, este afán de mejorar no es una amenaza, sino un estímulo que los demás compañeros deben seguir y tratar de repetir. El talento, la motivación y las ambiciones bien entendidas son elementos positivos que todo equipo de profesionales debe tener.

Aspecto profesional

Los profesionales deben esforzarse siempre por tener una apariencia profesional, lo que incluye una vestimenta adecuada y una higiene y aseo correctos. La ropa debe estar siempre limpia y bien planchada. Los pantalones, los vestidos, las faldas formales, las camisas blancas y los zapatos de cuero son apropiados para el vestuario de un profesional.

Fiable

Los profesionales son fiables y cumplen sus compromisos. Hacen lo que dicen que van a hacer y no prometen demasiado. Los profesionales responden a sus colegas y clientes con prontitud y cumplen sus compromisos a tiempo. La puntualidad es un aspecto clave de esta característica profesional. Siempre es importante aclarar cualquier área de incertidumbre cuando se trata de clientes o miembros de su equipo para garantizar que no haya suposiciones erróneas ni sorpresas.

Comportamiento ético

Encarnar la profesionalidad también significa comprometerse a hacer lo correcto. La honestidad, la revelación abierta y la sinceridad son características del comportamiento ético. Muchas organizaciones incluyen un compromiso de comportamiento ético en su código de conducta. Los profesionales pueden adoptar un código de conducta personal y asumir el mismo compromiso a título individual.

Organizado

Un profesional mantiene su espacio de trabajo ordenado y organizado para poder encontrar fácilmente los objetos cuando los necesite. Todos los archivos y el papeleo deben estar en su sitio y, si tienen que hacer una presentación, todo el material debe estar listo con bastante antelación para que no haya retrasos inesperados.

Responsable

Al igual que un profesional acepta el mérito de haber completado una tarea o alcanzado un objetivo, también es responsable de sus acciones cuando falla. Asumen la responsabilidad de los errores que cometen y toman las medidas necesarias para resolver las consecuencias de los mismos. Son responsables y esperan que los demás les rindan cuentas.

Lenguaje profesional

Las personas que se comportan con profesionalidad controlan todos los aspectos de su conducta, incluida su forma de hablar. Minimizan el uso de la jerga y evitan utilizar un lenguaje inapropiado en el lugar de trabajo. Incluso son conscientes del lenguaje que utilizan en entornos informales.

Separar lo personal de lo profesional

Los profesionales entienden la importancia de separar su vida personal de la profesional. Aunque los profesionales pueden experimentar los mismos retos en su vida personal que los demás, mantienen una clara separación entre su vida profesional y su comportamiento en el trabajo.

Actitud positiva

Parte de ser un profesional significa mantener una actitud positiva y positiva mientras se trabaja. Una actitud positiva mejorará el rendimiento general de un profesional y aumentará la probabilidad de obtener un resultado positivo. También influirá en el comportamiento y el rendimiento de los demás, mejorando la moral de los empleados en la oficina.

Control emocional

El control emocional es otra característica clave de la profesionalidad. Los profesionales comprenden la importancia de mantener la compostura y la calma en todas las situaciones. Al mantener la calma, incluso en momentos difíciles, los demás pueden confiar en que son racionales y tienen un buen criterio.

Gestión eficaz del tiempo

Un empleado que sabe gestionar bien su tiempo es considerado por sus compañeros como un profesional. Algunas características de la capacidad de gestión del tiempo son llegar a la oficina a tiempo por la mañana, ser puntual en las reuniones y avisar a alguien de la oficina si sospecha que puede llegar tarde.

Enfocado

Un profesional tiene claros sus objetivos y entiende lo que debe lograr para alcanzarlos. Sabe cómo mantenerse centrado en su trabajo para mantener su productividad. Los profesionales reconocen la importancia de mantener la concentración para mejorar la calidad de su trabajo y ser lo más eficientes posible.

Postura

Los profesionales deben demostrar aplomo, un estado de calma y confianza. Tener aplomo significa mantener una postura recta, mantener el contacto visual al comunicarse y ayudar a establecer una presencia amistosa y profesional. Tener aplomo significa también mantener la calma en los momentos de mayor presión.

Respetuoso con los demás

Los profesionales siempre tratan a los demás con respeto. Entienden que, aunque el humor es apropiado en el lugar de trabajo, siempre deben utilizarlo con respeto a los demás. El único momento en que los profesionales entablan conversaciones sobre otras personas es si están evaluando su rendimiento y buscando formas constructivas de mejorar su desempeño en el trabajo.

Gran comunicador

Un profesional debe tener una gran capacidad de comunicación. Esto significa que no sólo puede transmitir mensajes a los demás de forma eficaz y eficiente, sino que también puede escuchar y comprender activamente lo que otros le dicen. Al entablar una comunicación abierta y constructiva con los demás, los profesionales pueden colaborar más eficazmente y conseguir muchos logros.

Posee habilidades blandas

Las habilidades blandas son atributos personales que permiten a alguien interactuar eficazmente con los demás. Las habilidades blandas incluyen aspectos como el liderazgo, el pensamiento crítico, el trabajo en equipo y el don de gentes. Las habilidades blandas ayudan a los profesionales a comportarse con cortesía cuando se dirigen a sus colegas y directivos, a utilizar el lenguaje adecuado cuando se comunican y a respetar las opiniones de los demás.